Primera Epístola Universal del Apóstol
San Pedro

1. Título.

El título de esta epístola en los manuscritos griegos más antiguos se reduce a: Pétrou A ("De Pedro I").  La frase "epístola universal" (RVR) se refiere a que esta carta no está dirigida a un individuo o a una congregación, sino a la iglesia en general, en la mayor parte del Asia Menor (ver com. cap. 1: 1).  Por esta misma razón a veces es llamada epístola "católica" o "general".

2. Autor.

En la epístola se dice que Pedro es su autor (cap. 1: 1).  Se han presentado diversas teorías para indicar que no fue en realidad Pedro, sino otra persona, quien escribió la carta.  La teoría más común sugiere que su autor fue Silvano (cap. 5: 12).  Las objeciones en contra de la paternidad literaria de Pedro son las siguientes: (1) El griego de la epístola es demasiado elegante para un hombre de tan limitada cultura como Pedro; (2) la teología se parece más a la
de Pablo que a la de Pedro; (3) se menciona o alude muy poco a episodios de la vida de Cristo, lo que es muy extraño si se tiene en cuenta que Pedro conoció personal e íntimamente a Jesús; (4) Pedro no se comunicó personalmente con las iglesias del Asia Menor.  Esta última suposición no se puede comprobar; pero a pesar de todo, ninguna de estas objeciones es concluyente.  La elegancia de la redacción del texto griego podría explicarse suponiendo que dicha calidad podría atribuirse a Silvano, quien quizá era secretario de Pedro (cap. 5: 12).  Además, es posible ver en el uso de palabras y expresiones un parecido general de estilo entre esta epístola y los sermones de Pedro y sus características personales. La tercera objeción tiene como base la suposición de que se puede decir con seguridad qué debería haber escrito Pedro.  Como ya se dijo, la cuarta objeción es sólo una suposición.  Este Comentario afirma que Pedro es el autor de esta epístola.

3. Marco histórico.

El apóstol Pedro escribe lo que podría llamarse una carta circular dirigida a  "los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia".  Estas cinco zonas incluían casi todo lo que hoy llamamos Asia Menor.  La mayoría de los creyentes de esas iglesias eran gentiles; los cristianos de origen judío constituían una minoría.  Pedro, como misionero enviado a ellos (Gál. 2: 9), tenía un interés especial en los judíos; pero no limitaba sus saludos e instrucciones al grupo minoritario de esas iglesias, lo cual se ve por su declaración de que sus lectores en otro tiempo no habían sido "el pueblo de Dios", y que eran idólatras convertidos (1 Ped. 2: 10 ; 4: 3-4).  El apóstol, que fue el primero en bautizar gentiles y en defender su categoría de igualdad con los demás en la iglesia, sin duda consideraba  564 a todos los cristianos, tanto de origen judío como gentil, como unidos en Cristo; Jesús, y no hacía distinciones al dirigirse a ellos.

No se puede determinar la fecha precisa cuando se escribió esta epístola.  Probablemente fue escrita desde Roma, como lo sugiere el nombre "Babilonia" (ver com. cap. 5: 13).  Esto puede significar que fue escrita cerca del fin de la vida del apóstol (ver t. VI, pp. 35- 36).  El hecho de que no haya ninguna referencia en las cartas que Pablo escribió desde Roma, a que Pedro hubiera estado en esa ciudad, sugiere que, Pedro no llegó allí sino hasta "en los días del arresto final de Pablo" (HAp 418) alrededor del año 66 d. C. (ver t. VI, pp. 105- 111).  Aunque no se puede afirmar nada definitivo en cuanto a la fecha cuando fue escrita 1 Pedro, lo que se ha dicho sugiere como una fecha probable los años 64-66 del siglo I. La epístola refleja  presencia de una actitud poco amistosa hacia los cristianos (cap. 2: 12; 4: 12-16).  Es podría sugerir el tiempo de la persecución de Nerón, la que comenzó en el año 64 d. C. (ver t. VI, pp. 83-86).

4.Tema.

Pedro tenía un propósito pastoral al escribir esta epístola.  La urdimbre con la cual se entrelaza la trama del consejo del apóstol, es el peligro de la persecución, la inminencia del "fuego de prueba" (cap. 4: 12) y la certidumbre de los tiempos difíciles en los cuales vivían los creyentes.  Teniendo en cuenta tal situación, Pedro procura fortalecer la fe de sus lectores, los exhorta a una conducta intachable, a ser ciudadanos ejemplares, a testificar lealmente por Cristo y a prepara debidamente para encontrarse con su Señor.  Y para ayudarlos a alcanzar estas metas, incluye consejos específicos para los criados (cap. 2: 18), las esposas (cap. 3: 1-6) los maridos (cap. 3: 7), los ancianos (cap. 5: 1-4) y los miembros más jóvenes de la iglesia (cap. 5: 5-9).  A través de toda la carta se vinculan un tierno espíritu con firme sentido de liderazgo, ambos santificados mediante un elevado concepto Cristo.

 

 

 

 

 
       
 
   
       
 
   
       
       
       
       
       
       
       
       
       
       
       
   
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11/21/2024
4:49 am