Los apócrifos o deuterocanónicos son textos y pasajes del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana que nunca fueron incluidos en el Tanaj judío hebreo-arameo, de la Biblia israelita Septuaginta griega.
El hechio de que no fueran aceptados por los judíos en su canon es un punto muy importante de ser tenido en cuenta, porque la misma Biblia, por medio del apóstol Pablo - el más reconocido teólogo y erudito cristiano del Nuevo Testamento -, afirma en la epístola a los Romanos, cap. 3, versos 1 y 2, que a los judíos "...ciertamente, les ha sido confiada la Palabra de Dios." Y la razón por la que los judíos no aceptan estos libros dentro del canon sagrado de la Escritura bíblica es porque se desconoce su origen.
El término apócrifo (griego: απόκρυφος; latín: apócryphus; castellano: desconocido u oculto) ha sido utilizado a través de los tiempos para hacer referencia a estos libros, que no han sido incluidos en el canon del Tanaj judío hebreo-arameo, de la Biblia israelita Septuaginta griega, así como tampoco de ninguna de las distintas Biblias usadas por distintos grupos de cristianos.
Por este importante punto, la legitimidad de su inclusión en la Biblia, y en el canon bíblico, ha sido rechazado desde los albores de la Era Cristiana.
La voz castellana “deuterocanónico” transcribe la voz griega “δευτεροκανονικός”; que, a su vez, proviene de las raíces griegas “δεύτερος” (segundo) y “κανόνας” (norma). Con este antecedente etimológico, se puede definir como: Adj. Perteneciente o relativo a la “segunda norma”, es decir, al llamado Canon Alejandrino.
Uso de los libros apócrifos:
Las iglesias cristianas ortodoxas, cristianas orientales (el Medio Oriente y Norte de África), y la iglesia católica latina occidental, incluyen como parte integral del canon de sus Biblias los libros apócrifos, aunque reconocen su origen incierto y así lo indican en la introducción a estos libros en la mayoría de sus Biblias. Véase, por ejemplo, la Biblia del obispo Félix Torres Amat, traducida de la Vulgata Latina y publicada por La Casa de la Biblia Católica, donde se incluyen 10 libros apócrifos, pero se aclara su origen incierto.
Los libros apócrifos son:
- El Libro de Tobit.
- El Libro de Judit.
- El Resto de Ester.
- El Libro de Baruc.
- La Epístola de Jeremías, comúnmente llamada Capítulo 6 del Libro de Baruc.
- El pasaje Daniel 3:24-90, en el cual se contiene la Oración de Azarías y el Himno de los 3 Jóvenes.
- La Historia de Susana, comúnmente llamada Capítulo 13 del Libro de Daniel.
- La Historia de Bel y el Dragón, comúnmente llamada Capítulo 14 del Libro de Daniel.
- El Libro de la Sabiduría.
- El Libro de Sirácides.
- El Libro I de los Macabeos.
- El Libro II de los Macabeos.
Las iglesias cristianas ortodoxas y orientales incluyen en sus Biblias, asimismo, algunos otros libros y pasajes:
- El Capítulo 151 del Libro de los Salmos de David, comúnmente llamado Salmo 151.
- El Capítulo 8 del Libro de las Odas, comúnmente llamado Oración de Manasés.
- El Libro II de Esdras.
- El Libro III de Esdras.
- El Libro III de los Macabeos.
También, por otra parte, algunos ciertos códices, versiones y ediciones de la Biblia, incluyen, asimismo, si bien con divergentes criterios de valor canónico o sagrado:
- El Libro IV de Esdras.
- El Libro IV de los Macabeos.
- El Libro de Enoc.
- El Libro de los Jubileos.
- La Apocalipsis de Baruc.
- El Resto de las Palabras de Baruc.
- El Libro de las Odas.
- El Libro de los Salmos de Salomón.
Los Libros de la Biblia fueron escritos por diversos personajes de la historia, tanto hebrea en el Antiguo Testamento como griega cristiana en el Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento se compone, según el canon bíblico judío, de 39 libros, 46 libros (para los católicos, 47 si se toma la Carta de Jeremías como libro aparte del Libro de Baruc), 49 (para la Iglesia Ortodoxa, 50 si se toma aparte la Carta de Jeremías) y otras cantidades para otras creencias.
El Nuevo Testamento, que no se encuentra en los escritos judíos, se compone de 27 libros para todas las biblias cristianas y católicas, aunque también existen un número de libros y evangelios apócrifos.
Así, el total de libros de la Biblia es de 66 (39 en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento), 73 (o 74) o 76 (o 77) según el canon. Los 7 libros que no se encuentran en los escritos judíos pero sí en la Biblia católica se conocen como Deuterocanónicos, o Apócrifos para los protestantes. Los 3 libros que además se encuentran en la Biblia ortodoxa también se les suele denominar como deuterocanónicos por algunos o apócrifos por otros.
Si bien estos libros no revisten el carácter de "divinamente inspirados" como el resto de los 39 libros del Antiguo Testamento, algunos traductores católicos y ortodoxos los incluyen en sus biblias dado su valor histórico y cultural, y el valor moral innegable de muchas de sus enseñanzas.
En el NT
se citan explícitamente 30 de los 39 libros del AT (excepciones son: 1 Crónicas, Esdras.,
Nehemías, Ester., Cantar de los Cantares, Lamentaciones., Abdías., Nahúm. y Sofonías).
Sin embargo, el mero hecho de citar
libros no es el tema de mayor importancia, sino la manera en que se citan: en
73 pasajes se usa la frase "Escrito está" para introducir declaraciones del AT;
en 21 pasajes, tomados de 11 libros, se emplea el término "Escritura"; citas de
11 libros se atribuyen a Dios o al Espíritu Santo; en 46 textos se mencionan
los nombres de 10 libros del AT o el de sus autores. Además, se puede decir
que en ningún caso se cita algún libro apócrifo como si fuera "Escritura", ni
se lo atribuye a la obra del Espíritu Santo.
Sin embargo, en consideración de todo lo anterior, es importante tener precaución al estudiar los libros apócrifos, ya que algunas de sus enseñanzas contradicen abiertamente la teología bíblica.
Es de notarse que muchas de las versiones recientes de la Biblia no traen los libros apócrifos incluídos.
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