El Soberano Gobernante, el Rey de reyes y Señor de señores, el Dios y Creador de este mundo y de todo el universo, alrededor de cuyo trono se presentan a adorarle ángeles y seres muy superiores a nosotros, está accesible y siempre atento a escucharte y hablar contigo. ¿No te parece esto impresionante y casi increíble? Pensando en estas cosas fue que el poderoso rey David exclamó: “Cuando veo los cielos, obra de tus manos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ‘¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?” (Salmo 8:3, 4). Pues allí precisamente está la clave para comprender cómo es posible que Dios pueda interesarse en nosotros y en escucharnos: su increíble grandeza, su extraordinario poder y su infinita bondad y amor por cada una de sus criaturas.
Dios nos enseña a través de su Palabra que ha establecido un medio permanente de comunicación con el hombre: “la oración”. Este es el medio más sencillo y eficaz del que jamás podamos echar mano para estar en contacto con nuestro Creador. Dios siempre nos escucha y está atento e interesado en todo lo que querramos decirle, como la madre escucha a su hijo. Y asimismo siempre nos responde.
Queremos orar por tí
Dijo el Señor Jesús: "Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." - S. Mateo 18:19, 20
Con esta extraordinaria promesa en mente, queremos invitarte a que no lleves tu sólo o sóla ese problema y esa carga que te acongojan. Compártelo con nosotros, con toda confianza y sin ninguna pena, y un grupo de personas llenas del Espíritu Santo y poderosas en su e en Dios estará orando por tí inmediatamente, intercediendo ante Dios por tu necesidad. Y recuerda que todos nosotros somos tan humanos y cargados de problemas, vergüenzas y dificultades como tú. Nada que nos compartas, por duro o difícil que te parezca, nos va a intimidar o incomodar. Todo lo contrario, todos sabemos que Cristo vino a salvar a los pecadores, de los cuales nosotros somos los primeros.
Y por otro lado, tenemos la maravillosa seguridad de que para el Señor todo es posible, y nada en lo absoluto es difícil para él. Nada que le pidamos en tu favor lo puede intimidar o puede ser lo suficientemente difícil para él. Mira sus poderosas promesas:
"El les dijo: Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios." - S. Lucas 18:27
"Porque nada hay imposible para Dios." - S. Lucas 1:37
Háznos llegar tu petición y confía plenamente en las promesas de Jesús, y espera ver el milagro en tu vida. Y cuando veas la poderosa mano de Dios actuando en tus problemas, te agradeceremos mucho que compartas tu testimonio para beneficio de otros. Envíanos tu petición usando la forma abajo.
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